domingo, 11 de noviembre de 2012

La trinidad en el magisterio



CONCILIO DE NICEA I - I ECUMÉNICO: convocado en el 325 d.c. puso las bases fundamentales de la formulación del dogma trinitario con la doctrina de la consustancialidad del Hijo.

CONCILIO I DE CONSTANTINOPLA – II ECUMÉNICO: Fue convocado en el 381. Realiza la redacción definitiva del Símbolo- Credo, incluyendo la divinidad del Espíritu Santo.

LOS SÍNODOS TOLEDANOS DE LA ESPAÑA VISIGÓTICA
Estos Sínodos regionales ofrecen una doctrina cada vez más madura, como respuesta a las herejías que aparecen. En el tercer Sínodo de Toledo se formula la doctrina del “Filioque”.

EL CONSISTORIO DE REIMS - 1148
Se reafirma la unidad de Dios, y que las personas no son en nada distintas de la «esencia divina». En otras palabras, se afirma la necesidad de no cambiar la realidad de Dios: Ser uno sólo y a la vez tres.

EL IV CONCILIO LATERANENSE - 1215
Se ocupó de refutar la doctrina de Joaquín de Fiore en materia trinitaria, con tendencias al triteísmo.

EL CONCILIO DE LYÓN – 1274
Reafirmó la procedencia del Espíritu Santo del Padre y del Hijo. “Confesamos con fiel y devota profesión que el Espíritu Santo, procede eternamente del Padre y del Hijo, no como de dos principios, sino como de un único principio”.

EL CONCILIO DE FLORENCIA - 1445
Fue importante en cuanto a la doctrina trinitaria por tres motivos: la doctrina del Filioque sobre la procesión del Espíritu Santo del Padre y del Hijo como de un único principio (decreto Laetentur coeli); se admite la validez de la fórmula oriental per Filium; en el decreto Cantate Domino se difine el concepto de «persona divina» cuando se dice que estas tres personas son un solo Dios «donde no se oponga la relación»; y en el mismo documento, en tercer lugar, se expresa el contenido de la doctrina de la pericoresis.

EN LA ENCÍCLICA DIVINUM ILLUD MUNUS – 1897.  
El Papa León XIII, recuerda cómo la Iglesia siempre ha dado culto a la Trinidad en su unidad, y jamás por separado a las personas consideradas en Dios, rechazando así la propuesta de instituir una fiesta para el Padre.

ENCÍCLICA DOMINUM ET VIVIFICANTEM - 1986
El Papa Juan Pablo II, presenta al Espíritu Santo en el seno de la Trinidad. Dios en su vida íntima es amor y don. El Espíritu Santo expresa como persona este amor-don que es Dios. (Retoma el pensamiento de Santo Tomás de Aquino)




Conclusión

El Misterio de la Santísima Trinidad consiste en que en Dios hay una sola esencia y tres Personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada una de las cuales es Dios, sin ser tres Dioses sino un solo y único Dios.

Terminamos con una analogía sencilla: el sol está en el cielo y produce luz y calor.
La luz y el calor no son distintos del sol, pues algo parecido es la Trinidad. El Hijo y el Espíritu Santo son iguales en naturaleza al Padre, pero son un solo Dios. El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Tres Personas y un solo Dios.

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