Algunos
demuestran la existencia de Dios sacrificando la unidad religiosa, n pro de la
aceptación de la diversidad de credos que nos animan al cambio sin perder
nuestra identidad cristiana que se demuestra en la práctica de las bienaventuranzas,
los mandamientos, la ley de Dios, la conversión del corazón y la corrección
mutua.
Por
medio de gran fenómeno de la globalización y de la comunicación que nos
acercaron y nos van fundiendo en un solo pueblo, muchos se acercan a Dios y cambian sus esquemas se ser, pensar y creer
y de ayudar para integrarse al ambiente que los rodea sin dejarse masificar.
Ahora,
si vamos a las grandes religiones del mundo cristianos, judíos, budistas, islámicos,
etc. Vemos que ellos a su manera también van en búsqueda de la verdad, por
ejemplo: los islámicos oran con sinceridad, aportan sus limosnas al pobre como
medio de purificación de sus pecados porque sabes que Dios existe y les exige
pureza de corazón aunque rechacen el cristianismo. Ellos hacen ayunos,
promueven la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad.
Los
hindúes en forma diferente adoran los atributos de Dios como su existencia,
verdad, belleza, bondad, eternidad; veneran su perfección, su omnipotencia
dentro de su mosaico religioso y de mitos místicos que cada uno vive y analiza
desde su experiencia aunque no tienen ni escritura ni credos comunes. Además los
confusionistas la viven desde la NO VIOLENCIA, desde el amor a todos sin
esperar recompensa, desde el autodominio aplicando la regla de oro común a
todos “no hagas a nadie lo que quieras que te hagan a ti”
Me
parece también que algunos que se codean conmigo y que dicen creer y tener fe de
labios para afuera viven de forma diferente, rutinaria, fría su religión,
alejados de sus hermanos, angustiados por el futuro y peor aun enredados en el pecado
e inconformes con tos, pero que siguen creyendo en Jesucristo.
Particularizando
un poco me parece que los educadores la viven con enorme paciencia entregados a
sus estudiantes solo por amor. Los padres de familia la viven con su silencio
sacrificado, con su oración y consejo. Los consagrados con su dedicación profunda
a la causa del reino. Los servidores públicos con la exactitud en su trabajo y
el silencio prudente, los guardianes del orden púbico con su responsabilidad,
el respeto por la vida y la integridad física del pueblo, los navegantes con la
confianza en la providencia, los aviadores con el disfrute de la naturaleza y
la alegría de poder volar y regresar con vida a sus hogares; los promotores de
la salud adorando el creador en cada ser que nace porque es tan dura su labor
que solo la fe en Dios los sostiene, anima y lo acompaña. El común de las
gentes practican la honestidad en su trabajo, el perdón, la justicia social, la
escucha a los más débiles, brindan una sonrisa en momentos oportunos y vencen
los obstáculos con visión de futuro y esperanza.
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